2:00 h de duración / Promotor: Inviti Inmobiliaria.
Alejandro González Castillo
Desde
hace tiempo se habla de que el romance está al borde de la extinción; sin
embargo, aunque a primera vista no lo parezca, en cada esquina se siguen
escribiendo cartas y poemas, planeando serenatas y mandando flores. La cosa es buscarle, dicen por ahí; no
rendirse hasta dar, por ejemplo, con alguien como Carlo Meucci.
De
facha impecable, el cantautor mexicano aparece esta noche ante quienes, como
él, aún creen en el amor. Luciendo una sonrisa esculpida para seducir, el de
corbata y pañuelo blancos con solapas satinadas deja que el brillo de sus
mancuernillas haga su trabajo al tiempo que realiza malabares con el micrófono.
Presumiendo un impecable bronceado, hila un discurso donde subraya que cuando
el enamoramiento llega, hasta el más ubicado pierde el norte.
“No
sabemos en la que nos metemos cuando empezamos una relación”, advierte el
cantante, adelantando que extraviar la cabeza es casi obligatorio. “A veces el
ego lo arruina todo, de tal manera que se nos olvida lo bello que es disfrutar
a quien uno tiene al lado”. La charla se enriquece con temas de José José,
Julio Iglesias y Juan Gabriel. Puro derechazo al corazón que los presentes
reciben alegres, como auténticos sparrings del amor.
“Qué
bonito cantan, ¡qué bárbaro!”, continúa Meucci cuando llega la hora de
interpretar unas cuantas en inglés. Es así como se hace referencia a las
tiernas caricias de aquella chica que Neil Diamond tanto quiso (“Sweet
Caroline”), a las francas maneras de Frank Sinatra cuando habla de hacer las
cosas a su modo (“My way”) y al Elvis Presley más sentimental, el eterno
amoroso que se manifiesta en “Can’t help falling in love”.
Entre
clásicos, el intérprete aprovecha para dar a conocer algunas de las
composiciones que integran su disco Hasta
donde el amor nos lleve. Y es entonces que revela el ptopósito de su labor:
“Haciendo esto siento que cumplo un poquito mi sueño: entregarles mi alma, mi
corazón, al cantar”. Un fin que las presentes perciben cabalmente, de ahí que
estrujen flores para arrojar al escenario puños de pétalos rojos cuando la
dupla más ovacionada del concierto se toma de la mano: “´O sole mio” y “Amar y
querer”.
Luego
de dos cambios de atuendo, y ya con el público en el bolsillo, Carlo se pasea
solemne en escena, asintiendo mientras metales y cuerdas esperan su señal para ir
dando fin a la cita. Recuerda entonces a Marco Antonio Solís, aunque es un tema
de Napoleón el que consigue que racimos de flores lleguen a él para que, con
los ojos cerrados y los capullos pegados al pecho, agradezca la efusividad insistiendo
en volver al romance. Habla entonces de aquilatar esos pequeños momentos que
día a día hacen que la ternura le prenda fuego al alma, como bien apuntó alguna
vez el llamado Poeta de la Canción. Y después se va, seguro de haber cumplido
con su misión. ♪
Programa
Abrázame
muy fuerte / Bésame mucho / Hey / Se supone / Quise / Mi vida / Momentos /
Vamos a darnos un tiempo / A ti / El triste / Begin the beguine / Can't help
falling in love / Your song / Come fly with me / Sweet Caroline / 'O sole mio /
My way / Pudo ser / Lo mejor de tu vida / Amar y querer / Por una noche contigo
/ Amores extraños / Tu canción / Si no te hubieras ido / Eres.
Carlo Meucci en Facebook: www.facebook.com/CarloMeucciOficial
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