Maldita vocación Oxígeno / 21 de diciembre, 2019 / Función única /
2:40 h de duración / Promotor: Oceransky Music Entertainment S.A. de C.V.
Fernando
Figueroa
Desde
hace varios años, Edgar Oceransky ha convertido el Lunario en su principal
bastión, tal como él mismo lo expresa. Esta noche comparte el escenario con
Diego Ojeda, poeta, editor, cantante y compositor español que, además, podría
ganarse la vida haciendo stand up comedy,
igual que el mexicano.
Ojeda
es originario de Las Palmas, capital de Gran Canaria. Dice que tiene un
espíritu “tricontinental” porque la isla donde nació está entre África y
Europa, y parte de su corazón en Latinoamérica.
Como
nadie quería publicarle el poemario Mi
chica revolucionaria, Diego Ojeda lo editó con sus propios recursos y, ¡oh,
sorpresa!, se convirtió en un éxito comercial. Así nació una casa editorial que
se especializa en poesía, aunque está abriendo sus miras hacia la narrativa.
Ojeda
y Oceransky son buenos amigos desde hace una década y se profesan admiración
mutua. En el año que está por terminar se dieron a la tarea de confeccionar
juntos el álbum doble Maldita vocación
Oxígeno, cuyo título surge de un par de sus canciones. En el formato físico
se incluye un pequeño libro con poemas de ambos compositores, algunos de los
cuales son leídos por ellos a lo largo del show;
el público escucha con atención y premia con aplausos.
La
emoción estalla cuando surgen los éxitos musicales revitalizados y con algunas
canciones nuevas que los fans ya conocen y corean. El tema recurrente es el
desamor, pero de pronto surge el milagro de la plenitud en la pareja o el amor
incondicional hacia sus hijas (Oceransky, dos, y Ojeda, una).
El
ibérico afirma que cada vez que le rompen el corazón escribe un poemario o
graba un álbum. Luego agrega sonriente: “ya llevo cinco libros y ocho discos”.
En ocasiones recurre a terapia sicológica para conseguir estabilidad; añade que
los mexicanos, en cambio, resuelven los problemas sentimentales de forma más
rápida y eficaz: “se encierran un fin de semana para beber tequila y escuchar
canciones de José Alfredo Jiménez”.
Con
jiribilla, Ojeda menciona en varias ocasiones la brecha generacional que lo
separa de su colega: “Mi mamá siempre ha sido fan de José José, Camilo Sesto y
Edgar Oceransky”. Este último se defiende con picardía y algún albur que no
entiende el grancanario.
En
tono de parodia Diego alecciona a Edgar sobre la necesidad de actualizarse
musicalmente. Tal discurso da pie a un experimento que incluye rapeo, perreo y twerking.
El
dúo se acompaña únicamente de un par de guitarras cuyas cuerdas ellos mismos
rasgan. En el encore, Oceransky (voz
y teclado) estremece a la audiencia con “Incendio” y luego el español lo
acompaña en “Maldita vocación” y “Oxígeno”, doble despedida con una declaración
de principios y un himno al optimismo, respectivamente.
La
sesión dio inicio con el poeta jarochilango
Genaro Patraka, nacido en Acayucan, Veracruz, y radicado en la Ciudad de México.
Con un paraguas agujereado recorrió las mesas del recinto y se trepó al escenario
para hacer juegos de palabras acerca del sinsentido de la vida. ♪
Programa
El
mejor experimento / Tuve / Siempre donde quieras - A veces quiero contarte / La
talla de tus vaqueros / Yo me quedo / Quiero estar / Si estoy lejos / Esa parte
de tu historia - Cuéntame / Ahora / Guapa / Medley / Mi chica revolucionaria /
Manhattan / Te dejé / Cómo te digo / Cosquilleo / Juro / Medley / Incendio /
Maldita vocación / Oxígeno.
Página
oficial de Edgar Oceransky: http://edgaroceransky.com/
Página
oficial de Diego Ojeda: https://diegoojeda.com/
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