Algo ritmos / 11 de diciembre, 2019 / Función única /
2:30 h de duración / Promotor: Magnos Comercialización de Entretenimiento.
José Homero
Kevin Johansen es un animal escénico. Detrás
de la sempiterna sonrisa, los ojos chispeantes, los ademanes gentiles y las
palabras afectuosas, hay un conocedor del negocio del espectáculo. En su acto
hay poca improvisación; se diría que incluso las bromas y gestos de sorpresa están
delineados.
Pocos minutos después de la hora estipulada, aparece
en escena y el rítmico rasgueo de “Es como el día” suscita ovación. Otra
característica suya es la calidez. Derrocha gratitud y generosidad. Al
presentar su segundo tema, “De repente”, reconoce la colaboración de Lila
Downs, a quien llama canadiense-mexicana y que por ello, siendo él alasko-argentino,
“empataron”.
Referencias y reverencias que narran su vida
y puntualizan canciones. Introduce “No voy a ser yo” recordando que Jorge
Drexler —cuyo nombre menciona otras veces— lo ayudó a escribirla. Por ello no
sorprende que arropara a Paz Court, su telonera, amortiguando la reacción que
pudiera tener el público al tratarse de una desconocida en México. Y lo
cumplió: atrajo la atención hacia él. A punto de las nueve, apareció saludando
a la luna llena y el Lunario lleno. Mientras la multitud gritaba, Kevin presentó
a Paz de manera equívoca, pues dijo “aquí en Chile”, dislate que provocó
rechifla. Veterano en sortear hostiles —¿cómo habrán sido sus años en el CBGB?—,
Johansen los acalló sonriente y culpó al jet lag. (Ajá. Ya había actuado
en Guadalajara y Tijuana). Se retiró y nos dejó con la chilena, cuyas melodías conjugan
la hibridez del actual pop hispanoamericano, sumando nostalgia acústica y
lírica —neotrova— con ritmos tecnológicos e influencias orientales y
mediterráneas.
Hay poca sorpresa en los conciertos de
Johansen. El de este jueves difiere ligeramente de los de Tijuana y
Guadalajara; y más de la mitad de la lista coincide con canciones de giras
anteriores a miTourbano, con el que promueve su disco reciente, Algoritmos (2019).
Diseñado para mantener la tensión/atención, su espectáculo impone una secuencia: acústico-tranquilidad-vivacidad-acústico-crescendo. Un viaje auditivo que va de las planicies melódicas de raíces folclóricas, sean latinoamericanas —“Es como el día”, “Baja a la tierra”— o del country y el pop estadounidense —“Tiene algo (interesting little thing)”—, hasta la pachanga, mezcla de samba con rumba en la apoteosis programada, pues no fue la verdadera.
Diseñado para mantener la tensión/atención, su espectáculo impone una secuencia: acústico-tranquilidad-vivacidad-acústico-crescendo. Un viaje auditivo que va de las planicies melódicas de raíces folclóricas, sean latinoamericanas —“Es como el día”, “Baja a la tierra”— o del country y el pop estadounidense —“Tiene algo (interesting little thing)”—, hasta la pachanga, mezcla de samba con rumba en la apoteosis programada, pues no fue la verdadera.
A la mitad, discurrimos por el valle de las
melodías más pop — “Modern love”, “Tú ve” — que permite un descanso antes de
acometer las memorables piezas dinámicas: “Daisy”, “McGuevara o Che Donald’s”.
“Guacamole” y “Fin de fiesta” se han convertido, ya de antaño, en el auténtico
cierre.
Johansen, sin duda un melancólico que
prefiere reír para no llorar, disfruta con el público. Generoso con sus
colegas, como con sus invitados: Alex Ferreira, Ile (fundadora de Calle 13), y
Lafourcade, y sus propios músicos —reconoció al baterista Enriquez Roizner, El
Zurdo, y aprovechó para anunciar
que tres días después cumpliría su octogésimo cumpleaños—, también lo es con sus
feligreses; al interpretar ritmos afrolatinos con “Daisy” y “Guacamole”,
convoca a los fieles al bailongo: “¡Súbanse!”.
Sin embargo, a despecho de que esos episodios
fueron vibrantes, la apoteosis es la actuación de Natalia Lafourcade, saludada
con estruendo admirativo. Tras interpretar ambos “La fugitiva”, Kevin, quien ya
había hecho referencia a la nueva composición, invita a Natalia a ofrecer “un
pedacito”. La interpretación de “Vida” confirma que el diálogo de Lafourcade
con la música tradicional mexicana trasciende modas.
Después, nuevamente interpretan a dueto “Desde
que te perdí”. El inesperado culmen altera el bien aceitado programa, por lo
que Johansen debe concluir un poco atropelladamente con “Sur o no sur”. Incluso
no se hace mucho del rogar para volver y cerrar con un corto y emotivo encore.
Aprovecha los minutos tras bambalinas para cambiar la sudada camisa negra por
una camiseta con una estrella, interpretar dos baladas semiacústicas y cerrar
con “Guacamole” y “Fin de fiesta”, que suena más melancólico que nunca mientras
el recinto se vacía tras dos horas y media de una impecable celebración a la
luna, al amor y a la gente.
Programa
Es como el día / De repente / Baja a la
tierra / Mi querido Brasil / Ni idea / Tiene algo (Interesting little thing) / Modern
Love (David Bowie cover) / Tú ve /Pobre millonario / Con
Alex Ferreira: Anoche
soñé contigo / Teletransportación / Daisy / Cumbiera
intelectual / No voy a ser yo / McGuevara's o CheDonald's / S.O.S. tan fashion
(Emergency!) / La gente más linda (Mito urbano) / Con
Ile: Logo
/ Cuentas claras / Con
Natalia Lafourcade: La
fugitiva - Desde que te perdí / Natalia Lafourcade: Vida / Sur o no sur / Amor finito / Sólo le dije / Guacamole
/ Fin de fiesta.
Kevin Johansen, sitio oficial: https://www.kevinjohansen.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario