Inimitablemente / 15 de noviembre, 2019 / Función única /
3:27 h de duración / Promotor: Productora Zilonnis.
Gustavo
Emilio Rosales
El
concierto es bifronte: a un tiempo vasto y parco. Su calibre correspondiente a la
exuberante condición del “reventón” reluce en cuerpos inflamados por el gozo,
organismos que intensifican el pulsar de sus múltiples funciones a través de un
microbaile celular que aumenta en forma progresiva hasta alcanzar magnitudes de
aventura coreográfica. La medida monacal, la tasa corta, corresponde a los sentimientos
ordinarios, progenie de la abulia: habrán de aguardar su turno en otra parte,
pues aquí, en la celebración del sexagésimo aniversario de La Original Sonora
Dinamita, carecen de resguardo.
La
musa musical de Charlie Álvarez, líder actual de este equipo de cumbia fundado
hace seis décadas por el compositor y cantante Lucho Argain, fallecido en su
natal Cartagena de Indias en 2002, es un ente danzarín. Va de aquí para allá,
suscitando el levantamiento acompasado de pies y un constante bamboleo de esa
región carnal que en algunas especies se denomina “la pechuga”. El esqueleto
del espacio, otrora imperceptible, irradia por la provocación constante de este
duende sonoro y en sus vértebras se leen los códigos sagrados de la tradición
correspondiente: el paso de reversa, el singular, el lateral y el pasito
cruzado o de campana, que nació para poner sazón al caldo cuántico del estado
de baile.
Sobre
la escena prevalece una poderosa furia de textura textil y lentejuela,
tapizando el largo y ancho de cada uno de los músicos. Es como si la especie
humana hubiera mutado subrepticiamente, por gracia de los hechizos colombianos
sembrados con profusión dentro del ritmo, en una bípeda parcela de fulgor
estelar. Tanto afeite no hace sino colocar a contratiempo acentos en el
derroche emotivo que es memoria viva de “antes de la guerra”, como dijo Serrat.
Canciones cual talismanes de un poder evocativo que confiere a estos
intérpretes, entre instrumentistas y cantantes, el rango merecido de
embajadores de una entrañable sensibilidad.
De
momento a momento, florecen en los dominios de la Sonora que se apellida como
el invento principal de Alfred Nobel (el mismo escritor, inventor y fabricante
de armas en cuyo nombre se otorga el mundialmente famoso premio que porta la
denominación de su linaje) los talentos de numerosos invitados. En orden de
aparición, Casimiro Zamudio, de Mi Banda El Mexicano; Flor Amargo, la solista
de moda; Fretzon’s, ensamble de cumbiatón; Raquel Bigorra, Los Trovadores de la
Cumbia, Tren a Marte, Iskander, Karenka, Faisy, y Carlitos Sarabia, ex de La
Adictiva.
Da
la impresión de que el final de esta pachanga no habrá de acontecer, como también
parece que su arranque comenzó desde siempre. El coro de bailarinas que
acompaña las evoluciones acústicas de la Sonora Dinamita cambia constantemente
de vestuario. Ora lucen como elásticas cibermarionetas, ora como hermosas
colegialas. Todo contribuye a una edulcorada fantasía en vaivén entre la cual
asoma una certeza: no estamos en el cielo y tampoco en el infierno; nos
encontramos, de seguro, en el Cumbiatorio.
♪
Programa
Oye
/ Cariño mío / Mosaico 90´s / Mosaico Banda El Mexicano / Ramito de violetas /
Se me perdió la cadenita / Mosaico montuno / Qué bello / Mi Cucu / Mosaico
dominante / Vámonos al baile / Capullo y Sorullo / Dinamix / Qué nadie sepa mi
sufrir / Mil horas / Librarte de mí / Mosaico Charlie / Bésame bonito /
Escándalo / Si vos te vas / Receta de amor / Ahora llora / El negro africano / Colombia,
tierra querida.
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