The mind reader part 1. En concierto / 25 de octubre, 2019 /
Función única / 2:13 h de duración / Promotor: Susana Chacón Cruz.
Función única / 2:13 h de duración / Promotor: Susana Chacón Cruz.
Gustavo Emilio Rosales
En
forma directa y dura, Railrod descarga su propuesta ante una multitud
entusiasmada. El sonido es contundente y vigoroso. Los tres intérpretes que lo
producen son muy jóvenes. No hay incongruencia en esto si recuerdas que los
miembros de emblemáticas tríadas musicales, como Grand Funk, tenían entre 18 y
21 años cuando sacudieron al mundo con la explosiva grandeza de sus
composiciones. Railrod se inscribe en el linaje de estas bandas genéricamente
llamadas power trío.
El
presente concierto, que de principio a fin habrá de estar repleto de fuerza,
coincide con el cumpleaños de Óscar The Os Estrada Chacón, líder,
vocalista, guitarrista y compositor de Railrod. En un momento, sus imberbes
admiradores entonan a coro el “Feliz cumpleaños", para él. Sin embargo, el
gran regalo vendrá de parte de la banda y será dedicado a los muchachos que
saturan el recinto, dispuestos a bailar y brincar con veloces y pesadas piezas
de rock que evocan los sonidos de pasadas décadas.
Las
influencias de esta banda mexicana, que a cinco años de su fundación ha
conquistado logros, como abrir un concierto a Aerosmith y grabar su primer
álbum conceptual (The rise of the hermit), son netamente roqueras y parten del tiempo en que Jimmy Page tocaba
solos en guitarra de doble mástil con un arco de violín.
Los fans de Railrod, a juzgar por su evidente alegría, aprecian
que The Os emule, casi cinco décadas después del suceso original, el
lance del guitarrista británico, así como muchos otros gestos emblemáticos de
lo que ha sido desde la era de los hippies el rock hecho a mano. Su mocedad no
les impide reconocer y reaccionar ante la calidad musical. Celebran con gritos
y jubilosos sacudimientos corporales la marea sonora producida también por la
sección rítmica que integran el bajista Eric del Rey y el baterista Christian
Charpenel, ambos incipientes virtuosos en la ejecución de sus respectivos
instrumentos.
La mayor parte de sus canciones están en inglés, lo cual no es
un obstáculo para que el auditorio las reciba y asimile por debajo de la piel.
“No se me entiende ni cuando canto en español, así que da lo mismo",
declara The Os en un video testimonial, en el cual también da cuenta de
su lucha inquebrantable por llegar a conquistar el reconocimiento como músico y
comandante en jefe de su proyecto artístico. Es el sueño, afirma, de un niño
que se reconoció a sí mismo como roto: víctima del bullying escolar y
afectado en lo profundo por el divorcio de sus padres.
La música de Railrod transpira la rabia del luchador avezado en
librar los retenes de una sociedad de basura. Su fuerza es auténtica, es una
motivación para sentir. Conecta con esta persona con cara de niño que inventa
una batería imaginaria bajo sus pies y asimismo afecta a aquella chica que se
sacude sin cesar mientras mantiene en alto el brazo que remata en una mano que
sostiene la señal heavy metalera de los cuernos rebeldes. Los tres
protagonistas convierten la escena en una pista de saltos, giros y demás
piruetas, al parecer nutridos por la energía que emana, desbordante, desde el
inmenso muro de amplificadores que vive detrás suyo.
Avanza
el tiempo. La música en vivo cesa abruptamente, pero su fantasma aún vibra en
la percepción de los escuchas. Esto dicen los cuerpos que emanan intensidad al
salir del recinto, esto afirman las miradas brillantes al pasar de la luz
escénica hacia el acerado aire libre de la noche con lluvia. ♪
Programa
Tryin’
to fit / Can’t hide what you are feelin’ baby / The hermit Pt. I / Krma / Nada
se ve bien / Black and white / Nightspell / Soldado caído / Dream on / What's
been kept silent / Two paths / Moonlight thought / Girl let me love you / Como
la flor / Quit?.
Railrod en internet: www.railrod.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario