Cabaret Lunario / 22 de febrero, 2019 / Función única /
1:50 hrs. de duración / Promotor: Sergio Gabriel Producciones S.A. de C.V.
Fernando Figueroa
Antes
de cantar “Sabor a mí”, Jorge Muñiz comenta que “siendo apenas un escuincle”
quiso aprender a tocar la guitarra y su papá, don Marco Antonio, lo recomendó
con un amigo y vecino de la colonia Campestre Churubusco para que le enseñara.
Entonces, Coque llegaba los sábados muy
temprano a casa del maestro y él lo
atendía dos o tres horas después porque era un conocido trovador y trabajaba
hasta tarde los fines de semana. “Yo no sabía que ese señor era nada menos que Álvaro
Carrillo”, remata.
Esta
noche Jorge Muñiz no necesita tocar la guitarra porque ese instrumento está en
manos de Juan Hernández, virtuoso integrante de un quinteto que se completa con
teclado, bajo, batería y una guitarra extra. Los músicos son capaces de sonar a
trío cuando Coque canta boleros, y
transformarse en grupo versátil para acompañar baladas —algunas con pinceladas
de rock, swing o bossa nova—, más un segmento de rancheras.
Su
disco más reciente se titula Con la gente
que me gusta (Universal, 2018), integrado por covers con arreglos de rumba y flamenco. Ese álbum lo presentó aquí
el 12 y 13 de octubre del año pasado, pero esta noche el asunto no va por ahí.
Más bien es un show tradicional de Coque y la sorpresa de la noche es la
presencia del trío vocal Los Hijos de Sánchez, que imprimen un electrizante
sonido funk cuando ofrecen a solas “Qué nivel de mujer”, y se convierten en
coro de lujo en buena parte del programa.
Jorge
ha dicho varias veces que “ser hijo de Marco Antonio Muñiz es un gran peso y,
al mismo tiempo, una cobija”. No debe ser fácil dedicarse a la misma actividad
que una figura del tamaño de El Lujo de
México, pero Coque ha sabido
labrarse un destino propio. Claro, sin poder negar la cruz de su parroquia
porque, por momentos, su voz remite sin escalas a la del progenitor, sobre todo
cuando le dedica “Por amor”, “En mi viejo San Juan” y “Luz y sombra”.
Habla de su padre: “Desde que él tenía trece años, se dedicó a
trabajar y no paró sino hasta hace muy poco. Fuimos nueve hermanos, al menos
los conocidos, y él tenía que sacar la papa como fuera. En el Teatro Blanquita
empezó cantando una sola canción, de relleno, y miren hasta dónde llegó”.
Según
sus propias cuentas, hoy Jorge Muñiz se presenta por octava vez en el Lunario,
un sitio que le encanta porque puede estar cerca de su público, sobre todo
cuando se baja a cantar entre las mesas. Un elemento de seguridad del recinto
se acerca a protegerlo y Coque le
dice: “No hace falta, hermano, estoy rodeado de gente que me quiere, son como
mi familia”. Por segundos le cede el micrófono a uno que otro valiente, la
mayoría bastante desentonados, a quienes tunde con bromas.
Cuando
homenajea a José José dice que “El
Príncipe de la Canción es el mejor cantante de baladas en la historia
musical de México. Todos tenemos algo de él, todos somos Pepe Pepe”.
La
rúbrica llega con un bis de “Por
amor”, con emocionante coro monumental integrado, que otra vez hace pensar en
el hombre que fue ídolo en gran parte de Latinoamérica y nunca dejó de llevar
la papa a su casa.
Programa
Un
hombre normal / Siempre estoy pensando en ti / No prometas lo que no será /
Ódiame – Fina estampa – Sabor a mí / Cómo han pasado los años / El andariego /
Tú de qué vas / La otra parte de mí – Volverte a ver (con Los Hijos de Sánchez)
/ Terco corazón (Los Hijos de Sánchez) / Llorar por dentro – Yo sin ti (con Los
Hijos de Sánchez) / El sol no regresa (con Los Hijos de Sánchez) / La media
vuelta – Si nos dejan / Vamos a darnos tiempo – Lo que un día fue no será /
Vive / Luz y sombra – En mi viejo San Juan / Por amor (con Los Hijos de Sánchez
/ Qué nivel de mujer (Los Hijos de Sánchez) / El reloj (con Los Hijos de
Sánchez) / Por amor (bis).
Jorge
Muñiz en Facebook: www.facebook.com/jorgecoquemuniz/
En
Twitter: @coquemuniz
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