Transmisión de ópera en vivo desde el Met de Nueva York. HD Live /
15 de diciembre, 2018 / Función única / 3:25 hrs. de duración /
Promotor: Fideicomiso para el Uso y Aprovechamiento del Auditorio Nacional.
Fernando Figueroa
Cuando
Diana Damrau tenía doce años vio la película La Traviata (1983), de Franco Zefirelli, y pensó que “la ópera es
lo más hermoso que existe para tocar el alma de las personas”. Ahora ella tiene
35, estelariza en el Met de Nueva York esa obra cumbre de Giuseppe Verdi y lo
hace junto a una estrella del tamaño de Juan Diego Flórez.
Se
trata de una nueva y fastuosa producción de Michael Mayer, quien devuelve a
Violetta Valéry a su entorno original del siglo XIX. En 2012 y 2017 el Met
presentó, dentro del programa HD Live,
la fresca propuesta de Willy Decker que ubicaba a la célebre cortesana en el
mundo contemporáneo y en un espacio minimalista.
En
2013, al ubicar a Rigoletto en un ámbito
de juego en La Vegas, Mayer mostró que no es un artista conservador. Sin
embargo, ahora apuesta por la tradición con una escenografía, a cargo de
Christine Jones, que sutilmente muestra el cambio de las estaciones del año en recintos
cerrados: las dos casas de Violetta y el salón donde se reúne la alta sociedad
parisina. El recargado vestuario de Susan Hilferty va acorde con la propuesta.
Minutos
antes de la transmisión, el maestro Sergio Vela había dicho en el Lunario que,
en La Traviata, Verdi quiso mostrar
la doble moral de su época, cuando se veía con naturalidad que una mujer como
la protagonista alternara con hombres encumbrados, siempre y cuando la palabra
amor estuviese proscrita. Vela añadió que “las cosas han cambiado… pero no
tanto”. Por eso considera que es más eficaz un montaje actualizado.
La
que se conserva plena es la música del compositor italiano, interpretada
magistralmente por la orquesta del Met, en esta ocasión comandada por Yannick
Nézet-Séguin, quien se estrena como director musical de esa casa de ópera. Su
trabajo es impecable, aunque anecdóticamente se recordará que, momentos antes
de iniciar el segundo acto, dejó escapar la batuta y ésta cayó al piso;
incluso, Peter Gelb, gerente general del Met, bromeó al decir que comprarán instrumentos
más pegajosos.
En
un video se muestra a Nézet-Séguin ensayando con una disciplinada Diana Damrau (Violetta)
que, ya en vivo, se posesiona del personaje y convence por completo tanto al
exaltar el placer fugaz como en los pasajes en que se muestra enamorada y
moribunda. Igual de flexible es su voz, que alcanza la cumbre con una
coloratura que enchina la piel de los oyentes.
Sin
duda es mayor el carisma del tenor Juan Diego Flórez, pero en ningún momento
intenta opacar la labor de la soprano alemana; por el contrario, hace una labor
de equipo que lo engrandece, y demuestra que su voz está hecha para papeles de bel canto, como el de Alfredo. El
barítono Quinn Kelsey está a la altura de sus compañeros, aunque sin duda tiene
la sombra del fallecido Dmitri Hvorostovsky, quien en 2012 brilló de manera
extraordinaria en el Met como Giorgio Germont, el padre que se opone a la
relación de su hijo con Violetta.
Al
ser entrevistado, Nézet-Séguin dice que los grandes cantantes son “animales
escénicos” que se crecen cuando la audiencia es mayor, como en el caso de las
transmisiones vía satélite. Y tiene razón, porque Damrau y Flórez forman una de
esas duplas que se quedan para siempre en el inconsciente colectivo.
Violetta
y Alfredo son una pareja mítica cuyo origen se remonta al amorío de Alejandro
Dumas hijo con Marie Duplessis, plasmado en la novela La dama de las camelias. El propio Dumas escribió una versión
teatral que fue vista por Giuseppe Verdi, quien de inmediato puso manos a la
partitura, con un libreto de Francesco Maria Piave.
La
ópera se estrenó el 6 de marzo de 1853, en el teatro veneciano La Fenice y fue
un rotundo fracaso. Sin embargo, al año siguiente se repuso con otro elenco y
así se inició una larga e interminable historia de éxitos a nivel mundial.
El
escritor Mario Vargas Llosa ha dicho que es un misterio el mecanismo por el
cual una novela mediocre, desde el punto de vista literario, ha tocado las
fibras más sensibles de todo tipo de lectores y asiduos al teatro y la ópera.
Marcel Proust lo dijo de otro modo: La
dama de las camelias alcanzó el estatus de obra de arte gracias a La Traviata. ♪
Página
oficial de La Traviata en el Met: https://www.metopera.org/season/2018-19-season/la-traviata/
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