8 de noviembre, 2018 / Función única / 2:30 hrs. de duración /
Promotor: Productora Liberihum S.A. de C.V.
Promotor: Productora Liberihum S.A. de C.V.
Alejandro González Castillo
Hace
ocho años que Alan y Edgar García llegaron a la capital mexicana, provenientes,
como ellos mismos recalcan, de su “Tijuanita”, con el ansia de dar a conocer su
talento. Hoy, se anuncian orgullosos de presentarse por tercera ocasión en el
Lunario y le revelan al público cuál es su objetivo para la cita: “Sólo podemos
asegurarles una cosa: hoy todos van a acabar bailando”. Y, efectivamente,
apenas suena el riff que Chuck Berry
ideó para “Johnny B. Goode”, todos abandonan sus asientos y contoneando la cadera
gritan “¡Go, go, go Johnny, go!”.
Quienes
bailan están de acuerdo con lo que Bob Seger cantó 40 años atrás en “Old time
rock and roll”: la música actual ha perdido un poco de alma, nada como escuchar
un viejo rock and roll. ¿Algo de Queen para empezar? Hoy, el único grupo capaz
de desbancar al reguetón de los primeros lugares de las listas de éxitos. Y para
continuar, ¿qué mejor que algo de Roy Orbison, Ben E. King y Ray Charles? Un
puñado de canciones que lleva a los hermanos García a comunicar que están un
poco nerviosos “porque estamos estrenando show”
y, tras intentar hablar en inglés con resultados hilarantes, revelar qué es exactamente
lo que les preocupa.
“Hay
algo que jamás hemos hecho en nuestros shows:
cantar en español”, comentan los intérpretes. Es así como “La incondicional” de
Luis Miguel y “El microbito” de Fobia, así como el “Nunca voy a olvidarte” de
Cristian y el “Lamento boliviano” de los Enanitos Verdes, se funden. De esta
forma, atrás quedan los retos vocales que supuso imitar los modos de Cee Lo
Green y Stevie Wonder por parte de Edgar, quien, además de solvente cantante, vale
decir, es también el autor del libro que en las afueras del foro se vende: Blue Bayou. Las crónicas de Jude Stone.
Una
vez que Nacho Izeta (de Matute) toma el micrófono para recordar a Soda Stereo,
los García dan cuenta del vivaz género musical que inventaron —el charles-pop—
con composiciones escritas por ellos mismos como “Karma para el alma” o
“Libérate de mí”. Se prepara el ambiente para que la pista de baile se ilumine
con las luces que una esfera forrada de espejos proyecta, mientras los éxitos
más tocados de Lipps Inc., Donna Summer, Tavares y Bee Gees certifican que el
encanto de la música disco permanece intacto. Es entonces que Alan y Edgar, así
como los músicos que los acompañan, les advierten a los presentes que fingirán
despedirse, aunque, ante la insistencia de que toquen otra, volverán a escena.
Con
un plan tan bien trazado, nada puede salir mal. El tren de los recuerdos
regresa puntual por sus pasajeros al ritmo de “Uptown funk”. Y ya con todos a bordo
se comunica que el viaje con destino a Marte no será directo: habrá una escala en
la Luna para estirar un poco las piernas y tomar un refrigerio. Claro, todo en
estado de ingravidez y con los coros que evocan a Bruno Mars sonando en los
vagones hasta que la superficie del planeta rojo se asome por las ventanillas. ♪
Programa
Sweet
dreams / Sirius / Eye in the sky / Johnny B. Goode / Hit the road Jack /
Popurrí Queen / Old time rock and roll / Oh, pretty woman / Crazy /
Superstition / The way you make me feel / Stand by me / Laura / La cosa más
bella / Popurrí Fobia / La incondicional / Nunca voy a olvidarte / Popurrí Luis
Miguel / De música ligera (con Nacho
Izeta)/ Lamento boliviano / Guitarras blancas / Seré tú / Mil vueltas /
Aquí estoy / Bésame / Karma para el alma / Libérate de mí / Popurrí Bee Gees /
Last train to London / September / Funky town / On the radio / Can’t take my
eyes off you / Heaven must be missing an angel / Get down tonight / Never can
say goodbye / Uptown funk.
Página
oficial de Tren a Marte: www.trenamarteoficial.com
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