Espectáculo monumental / 7 de noviembre, 2018/ Función única /
2:08 hrs. de duración / Promotor: Centro de Prevención Comunitaria Reintegra.
2:08 hrs. de duración / Promotor: Centro de Prevención Comunitaria Reintegra.
David Cortés
Mozart
en el Auditorio Nacional en espíritu, en esencia. El compositor nacido en
Salzburgo murió en 1791, pero su obra está aquí, en el aire, y sólo se necesita
del ligero roce de un pedernal para encenderla. El motivo en esta ocasión es Réquiem, trabajo encomendado por el conde
de Walsegg, pero que la imaginación del austriaco convirtió en un encargo de la
muerte para plasmar su propia oración litúrgica.
La
gala comienza con un delicioso entremés: un par de piezas interpretadas en el Órgano
Monumental por el maestro Víctor Urbán que hace retumbar el lugar. No es
frecuente escuchar este instrumento, así que las composiciones cumplen un doble
cometido: introducen en los presentes un aura de solemnidad y concentran la
atención. Las notas graves, particularmente, se escuchan majestuosas, cual si
se tratara de gigantes que se posesionaran del sitio y nos miraran atentamente
con curiosidad y fijeza para impedirnos el movimiento.
El
encanto prosigue cuando Carlos Miguel Prieto, director de la Orquesta Sinfónica
Nacional (OSN) sube al podio y esgrime la batuta para pedir a los músicos una
pequeña introducción, y luego dar pie a la obertura de Las bodas de Fígaro K492, preludio de la aparición de Susana
Zabaleta (soprano) y Enrique Ángeles (bajo), quienes conducirán a los presentes,
con diversas arias, a lo largo de la primera parte de la noche.
Ella
aprovecha su porte, belleza y simpatía para fungir como maestra de ceremonias.
Sin dejar de lado la picardía, la oriunda de Coahuila cuenta un poco de la
génesis de lo que habrá de escucharse. Su discurso está marcado por la
seducción y el humor, y nos entrega un Mozart que, si bien genio, al final era
un hombre con atributos y debilidades.
El
espectáculo monumental es un deleite a los sentidos. Pepe Olivares, su
director, presenta a doscientos bailarines de la Compañía de Danza
Contemporánea de Cuba con una coreografía de George Céspedes y como bailarín
solista a Rasta Thomas —primera figura del Ballet Kirov y del Ballet Imperial
de Rusia—. La soprano Anabel de la Mora, la mezzosoprano Guadalupe Paz, el
tenor Víctor Hernández y el ya mencionado Ángeles, más el coro EnHarmonía
Vocalis, completan el montaje de lo que, comenta su creador, “nos recuerda que
la muerte es parte de la vida, pero que no por ello debemos normalizar la
muerte por la violencia”.
Mozart
escribió una obra dramática, vigorosa y triste a la que el tiempo ha dotado de
una pátina de mistificación —en gran medida por la versión cinematográfica de
su vida filmada por Milos Forman en Amadeus
(1981). Hoy, Olivares decide apegarse lo más posible al compositor, pero se
toma la libertad de agregar el ballet. Estética y visualmente el resultado
subyuga. La coreografía, por momentos, asemeja olas de mar en continuo
movimiento; en otros instantes, cuando la música se torna más sombría y se acerca
a lo lúgubre, los desplazamientos de los bailarines son como pequeños cúmulos
que surcan la noche.
El
coro es imponente y esta sensación se redobla porque uno recuerda que el
sentido de la obra es el de ser una oración creada ex profeso para un funeral,
así que en ella hay dolor, zozobra, tristeza y confusión, sensaciones
reforzadas por la OSN y la atinada dirección de su líder.
Hay,
también, una sensación opresiva que se asemeja a un par de manos que atenazan el
cuerpo y lo violentan, especialmente en los pasajes de sonoridades más
agresivas que infunden temor y arrepentimiento. Han pasado doscientos
veintisiete años desde el deceso del compositor y su obra, imperecedera, además
de regalar a los asistentes con el estreno mundial de una representación única,
hoy tuvo fines benéficos, pues lo recaudado va directo a Fundación Reintegra,
organización fundada hace más de tres décadas cuya labor se encamina a favor de
la justicia social, a través de la prevención del delito por la vía de talleres
culturales y actividades deportivas. ♪
Programa
Divertimento
en Fa K33B - Fantasía en Fa Menor K 608 (Víctor Urbán) / Introducción -
Obertura de Las bodas de Fígaro K 492
(OSN) / Cincue, diece, venti (OSN, Susana Zabaleta y Enrique Ángeles) / No so
più cosa son - Voi che sapete (OSN y Susana Zabaleta) / Don Giovanni K 527, La ci darem la mano (OSN, Susana Zabaleta y
Enrique Ángeles) / Réquiem en Re
Menor K 626 (OSN, Coro EnHarmonía Vocalis, Anabel de la Mora, Guadalupe Paz,
Víctor Hernández, Enrique Ángeles, Compañía de Danza Contemporánea de Cuba).
Réquiem
de Mozart en Facebook: https://www.facebook.com/events/2109663899314411/
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