3 de noviembre, 2018 / Función única / 2:08 hrs. de duración /
Promotor: OCESA Promotora S.A de C.V.
Promotor: OCESA Promotora S.A de C.V.
David Cortés
Noche sudamericana de entretenimiento. Acercamiento breve a dos
propuestas de vecinos de aquella región. No un retrato fidedigno de su realidad,
pero sí una muestra de su quehacer sonoro. La tanda la abren los colombianos de
Oh’laville, agrupación que paulatinamente se abre espacio. Pero la noche
pertenece a Los Mesoneros, quinteto que desde su llegada a México ha llamado la
atención por su carga de rock pop.
El rock no es nuevo en Venezuela, prácticamente existe allí
desde que irrumpió en el mundo; sin embargo, las noticias del mismo llegaban a
cuentagotas a México y ha sido hasta ahora, y con Los Amigos Invisibles como
punta de lanza, que esa nación ha comenzado a exportar representantes con mayor
frecuencia.
Formado en 2006, Los Mesoneros están integrados por Luis Jiménez
(guitarra, voz), Andrés Belloso (bajo), Andrés y Juan Ignacio Sucre (batería y
guitarra, respectivamente) y Carlos Sardi (teclados).
Sin prisa, como algunas de sus canciones, el quinteto grabó en 2011 Indeleble, su álbum debut, y Caiga la noche en 2017. No obstante la
parquedad de su discografía, han conseguido colocar
sus canciones gracias a un trabajo en donde la simiente principal es el pop,
pero que se allega de rock y ligeros pincelazos de electrónica.
A esta mezcla, que manejan con solvencia, añaden una dosis de
energía por instantes muy explosiva que seduce a quienes se encuentran
alrededor, porque la música de Los Mesoneros es como una fina fragancia que se
esparce en el ambiente poco a poco, pero una vez que lo ha hecho es difícil
desprenderse de ella. Para esta noche diseñan un set list bastante dinámico, apenas con un par de temas lentos,
aunque sus fans en ningún momento dan muestras de cansancio.
Sin llegar al virtuosismo, el grupo entrega sus composiciones de
una manera limpia, pero jamás aséptica. Cuando intercalan ciertos toques de
música electrónica sus temas se acercan a las fronteras de la música disco; en
otras ocasiones la mezcla no funciona completamente, pero se trata de contados
instantes.
Es un debut intenso en el Lunario, afortunado, redondo y
conforme se acercan al fin de la sesión, la música se torna más rápida y es muestra
de que ese tempo le viene bien a la
banda. Allí se mueve con más soltura que en los temas reposados.
La clausura del concierto llega con una granada. Es una
explosión jubilosa, ideal para este colectivo que no le da la vuelta a los
problemas de sus país, pero que decide trabajar desde su propia trinchera, a
sabiendas de que es mejor hacer bien lo suyo y no subirse a un tren en donde,
inevitablemente, sonarían falsos. ♪
Programa
Dime como tú quieras / El paraíso / Ya no estoy / Aquí sigo /
Juntos / Algo bueno / Caiga la noche / Un segundo / Cuando llega el momento (Wo
oh oh) / Riesgo / Cicatriz / Luna / Retroceder / Caballo nuevo (Con Alex
Ferreira ) / Indeleble / Te lo advertí / Sabana / Solo
/ Sol rojo.
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