25, 26 y 27 de octubre, 2018; 14 de febrero, 22 y 23 de noviembre, 2019 /
Seis funciones / 2:05 hrs. de duración / Promotor: OCESA Promotora, S.A. de C.V.
Seis funciones / 2:05 hrs. de duración / Promotor: OCESA Promotora, S.A. de C.V.
Julio Alejandro Quijano
Entre la multitud en la
explanada, al pie de la Luna de Juan Soriano, se distingue a un grupo de
jóvenes. No sólo se diferencian por su edad, sino porque andan por todos lados
con la cámara del teléfono apuntando hacia sí mismos. Al escucharlos se
entiende que son youtubers que acuden al concierto con el deseo de
conocer el entusiasmo que despierta Ana Gabriel.
En el foro, la
escenografía parece aludir a este amplio rango de edad en el público: es un
reloj gigante con manecillas que avanzan veloces y en medio tiene escrita la
frase “Estamos a tiempo”.
La propia cantante reconoce
que su música ha atravesado las brechas del calendario: “Yo sé que soy una
artista heredada porque desde abuelos hasta nietos he venido de generación en
generación”.
Desde el primer piso, los
youtubers le dan la razón porque, con la habilidad de quien acostumbra
autodocumentar sus pasiones, se graban al descubrir que se saben completa una
de las canciones y gritan el coro: “Quién
como tú, / que tarde a tarde esperas que llegue. / Quién como tú, que con
ternura cura sus fiebres. / Quién como tú, como tú...”.
La escenografía del reloj
desaparece, pero Ana Gabriel insiste en jugar con el tiempo. “Estoy muy
orgullosa de mi edad porque si olvido los años de carrera y los años de vida es
como olvidar las canciones, los logros; olvidar a mis padres y a ustedes”.
Al hacer un recuento de
su carrera, le da particular importancia a la primera década, a la que llama
“mi universidad de la vida”. Fue un lapso en el que no grabó discos, sin
embargo aprendió a sentir el pulso de la gente. “Fue una época de anonimato,
pero entendí que la guía de mi voz era el público”.
La cifra da pie para
revelar su edad: “Como ustedes saben, yo tengo 36 años”. Entre carcajadas,
explica que en este caso, el orden de los factores sí altera el producto. “Si
digo 63 se oyen muchos. La verdad es que sólo ustedes dictan lo que yo hago en
este escenario desde hace más de 40 años”.
Esta declaración de
principios se escucha con precisión cuando pasa, en cuestión de minutos, del ambiente
ranchero al oriental. Con “No te hago falta”, el espacio en el que antes estaba
el reloj ahora aparece una pantalla en forma de rombo donde se proyectan
imágenes de bosques con alusiones orientales. El momento se explica y sirve
también para recordar a su madre, Isabel Yong, fallecida hace dos años.
Bastan unos segundos de
oscuridad y un grito de Ana Gabriel para cambiar al típico ambiente de música
regional mexicana: detrás de la pantalla se ilumina a los mariachis mientras
que ella hace gala del rasgo más distintivo de su voz: ligeramente ronca al
momento de interpretar los versos más dolorosos: “Ahora, que conozco / tu pasado tu presente y algo más, / no te vuelvas
a cruzar por mi camino / no te atrevas a buscarme nunca más”.
Este coro también se lo
saben los youtubers, pero a diferencia de lo que hacían antes, ya no
apuntan sus cámaras hacia sí mismos sino hacia el público. Han entendido que la
herencia llamada Ana Gabriel es una riqueza que se comparte. ♪
Sitio oficial de Ana
Gabriel: http://www.anagabriel.com.mx/
Programa
Destino / Soledad / Es el
amor quien llega / Mar y arena / Huele a soledad / No te hago falta / Silueta /
Ya es muy tarde / No entiendo / Mi talismán / Sin problemas / Cómo olvidar / A
pesar de todo / El cigarrillo / Es demasiado tarde / Evidencias / Cosas del
amor / Aquí estoy / Hasta que te conocí / Quién como tú / Amigos simplemente
amigos / Ay amor / El sinaloense.
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