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Foto: Fernando Aceves / Archivo Auditorio Nacional. |
Héctor Ortiz presenta / 16 de agosto, 2018; 12 de enero, 2019/ Dos funciones / 1:40 hrs. de duración /
Promotor: Fideicomiso para el Uso y Aprovechamiento del Auditorio Nacional
Promotor: Fideicomiso para el Uso y Aprovechamiento del Auditorio Nacional
Alejandro González
Castillo
En la saga de películas Back to the future, Marty McFly consigue viajar en el tiempo
gracias a un automóvil que se traslada al pasado y al futuro a merced del dueño
del volante. Esta noche, Héctor Ortiz ha llegado al Lunario montado precisamente
en ese bólido, tras andar un largo trayecto más allá de la velocidad de la luz.
Dos escalas hizo el conductor en el auto que
McFly usara: primero, retrocedió el reloj cinco décadas (3 de diciembre de
1968) con tal de sentarse frente al televisor y presenciar el regreso de Elvis
Presley, tras pasar siete años lejos del micrófono; después, se trasladó a un
día como hoy, 16 de agosto, pero de 1977: la fecha en que El Rey falleció.
Una vez instalado en su camerino, el
excursionista desempacó los atuendos que a lo largo de su viaje reunió, fieles
reproducciones de los usados por el de Tupelo en sus múltiples presentaciones en
Las Vegas. Luego, ya con los dedos forrados de anillos, las gafas oscuras y la
capa puestas, además del copete bien peinado, aparece en escena.
Poseído por el espíritu de su ídolo, Ortiz no
sólo hace lo que cualquiera esperaría, imitar con precisión cada uno de sus
movimientos corporales así como sus inflexiones a la hora de cantar, sino que
también habla tal y como el “King creole” solía. De manera que resulta inútil
que el público le pida canciones —“Mentes suspicaces” y “A mi manera” son las dos
más solicitadas— así como que le lance piropos. La respuesta sagaz por parte
del de los pantalones acampanados siempre es la misma: “Perdónenme, de verdad,
pero no entiendo lo que me dicen”.
El grado de meticulosidad con que el del
escenario duplica las maneras de Presley es producto de años de trabajo. Desde hace
treinta y tres veranos se transforma en Elvis; sin embargo, su carrera dio
comienzo hace cincuenta años, cuando formó su primer grupo de rock,
Hallucination Sound. Desde entonces, ha incursionado en el teatro musical (Vaselina, José el soñador) y, al lado de The Classics, quienes esta noche
también lo acompañan, se ha dedicado a ofrecer tributos a grupos como The Doors
y The Bee Gees.
Saber que el hombre está capacitado para hacer
los falsetes de los hermanos Gibb, así como para rasgarse la garganta como a
Jim Morrison le gustaba, permite comprender que hoy encienda las luces de su
lúgubre residencia (“You’ve lost that lovin’ feelin’”), con la misma decisión
que le inyecta adrenalina a la primaveral “Sweet Caroline” de Neil Diamond.
Aunque los sugerentes chasquidos de “Fever”, el
dueto formado al lado de José Luis Ordóñez y los arrojados movimientos de
cadera de “Hound dog” hacen que la audiencia ponga, literalmente, el grito en
el cielo, el acto más temerario de la noche tiene lugar cuando nace una
pregunta bajo reflectores: “quizá sea una locura pensarlo, pero, ¿qué clase de
canciones cantaría Elvis de seguir vivo?, ¿sería posible que le gustara
Metallica?”. Así, no hay dudas cuando se ordena que “Enter sandman” arranque, aunque
esta vez con un arreglo rockabilly ideado para dislocarle las rodillas a cualquiera.
Ahí el tipo de lujos que sólo los viajeros del tiempo pueden darse.
Una vez que el par de temas que todos ansiaban
escuchar aparece, llega una declaración amorosa que dirige los pasos de los
asistentes a la salida del foro, donde descubren cómo los miembros del valet parking entregan un extravagante
auto deportivo cuyas placas, expedidas en California, rezan “OUT A TIME”.
Se trata, nada menos, que del DeLorean DMC 12,
el auto que McFly le prestó sin miedo a Héctor, a sabiendas del buen uso que le
daría. Es así como el vehículo desaparece en medio de la noche, con su chofer diciendo
adiós a los curiosos mientras enseña su prístina dentadura. “Uf”, suspiran
varios mientras el vehículo se esfuma, “el tiempo no corre, vuela”. ♪
Programa
C. C. Rider / Burning love / Something / King
creole / Now or never (con José Luis Ordóñez) / You’ve lost that lovin’ feelin’
/ Sweet Caroline / Heartbreak hotel / All shook up / Hound dog / Fever / Love
me / Enter sandman / If I can dream / Memories / I got a woman / You were
always on my mind / Love me tender / My way / Suspicious minds / Can’t help
falling in love with you.
Página oficial: www.ortizhector.com
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