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Foto: Marie Pain / Colección Auditorio Nacional. |
Gira Escarlata / 9 y 10 de agosto, 2018 / Dos funciones /
3:20 hrs. de duración / Promotor: Oceransky Music Entertainment S.A. de C.V.
3:20 hrs. de duración / Promotor: Oceransky Music Entertainment S.A. de C.V.
Gustavo Emilio Rosales
Disueltas en su propia
voluntad de fusión, la paz y la fiereza de Edgar Oceransky se regalan el
cumpleaños que han soñado merecer: un recital extenso ante un público vehemente,
integrado en su mayoría por “las parejas pares”, que inspiraron a Ramón López
Velarde, en el que el centro de atención es el contenido de Escarlata, el más reciente lanzamiento
discográfico del cantante que fuera, en el inicio de los años noventa, estrella
de la peña El Sapo Cancionero, mítico recinto para el despliegue de la trova,
el jazz y el folclore en Ciudad Satélite.
Con tres flamantes años dentro
de la cuarta década de vida, Oceransky traduce la energía de su paz en cálidas
y concentradas conversaciones que, entre temas, suelen durar más que una
canción. Su discurso es un monólogo a voces, en el que, amén de desear,
recuerda. Pulso de una memoria que gravita sobre dos aspectos principales de un
mismo tema existencial: la condición extraordinaria de asuntos cotidianos, que
han ido labrando una vida que el cantante considera privilegiada, por haberla
podido dedicar al ejercicio tenaz de la canción; y una relación compleja y
anhelada con la figura paterna —“a mi padre le decía Diógenes, porque dio genes
en Cuba, en Brasil, en Panamá…”, apunta Edgar—, que acompaña los caminos del
trovar cual una sombra determinante.
“¿Ya se cansaron? Sigan
aplaudiendo, pues a medida que aplaudan Vicente Fernández va a seguir cantando,
en algún lugar…”, traza Oceransky con un deambular de quelonio querendón,
competidor en míticas carreras de velocidad, mientras deja rienda suelta a su
fiereza, que alcanza cimas en tonos desbordados que tienen que ver con la
expresión contundente de la urgencia de querer y que nos quieran (un montón, de
ser posible). Dador que tiene en abundancia, el también compositor completa los
temas de su nueva grabación y prosigue con la interpretación de las piezas
luminosas de su vasto repertorio. Los cuatro excelentes músicos que lo
acompañan, bajo la dirección artística del costarricense Bernardo
Quesada, quien grabó con Edgar la canción “Vos estás ahí”, cambian de peso,
pendularmente, a medida que el tiempo avanza y no avanza. “Quizá esta carrera
sea de resistencia y no de rapidez”, podría pensar su cuerpo.
A partir de temas como “El
faro” y “Un beso grande”, difícil es que en el recinto se encuentre alguien que
resista entregarse a la impudicia que podría llegar a ser seguir creyendo en el
amor. El enfático olor a feromona en verano constataría esta tesis, de no ser porque
Oceransky, desde el inicio del programa, capturó para sí los derechos absolutos
de ser sumo pontífice (pontifex:
quien hace puentes) de las algarabías y los silencios del discurso amoroso. Con
su chaqueta roja, entallada, y su cuidado descuido en la barba de aún joven
apóstol, el autor e intérprete de “Hilo escarlata” no abandona la sonrisa de
Cheshire (el gato bribón de Alicia en el
País de las Maravillas), mientras recibe un pequeño gran pastel por su
cumpleaños, enviando a la par un chat de imagen en directo a su esposa, quien
se encuentra, según él, de compras en el vecino país del norte. “Ya ven para
dónde va el concepto de pareja”, comenta, sin probar su pastel. ♪
Programa
Hilo escarlata / Historias de amor / Me rompe el
corazón / En otras manos / Sin ti / Miranda / La otra mitad del mundo / Cuéntame
/ Ella es un volcán / Deja robarte / Nuestro amor / Imágenes de Ana / Quiero
contarte / Como un ladrón / Kilómetros de cielo / De carne y hueso / Cada
amanecer / Vuelve / El faro / Abrázame / Otro día sin ti / Estoy aquí / Te dejé
/ Un beso grande / Sigo amándote / Juro / Ave pasajera.
Sitio oficial: http://edgaroceransky.com/
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Foto: Marie Pain / Colección Auditorio Nacional. |
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Foto: Marie Pain / Colección Auditorio Nacional. |
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Foto: Marie Pain / Colección Auditorio Nacional. |
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