Shen Yun Performing Arts / Del 4 al 6 de mayo, 2018 /
Cuatro funciones / 2:25 hrs. de duración / Promotor: Falun Dafa México A.C.
Cuatro funciones / 2:25 hrs. de duración / Promotor: Falun Dafa México A.C.
Fernando Figueroa
Una
visita al Auditorio Nacional se asocia con salir del ajetreo urbano y pasar dos
o tres horas de esparcimiento con variados espectáculos artísticos. En el caso
de Shen Yun sucede algo similar, pero la desconexión de la vida cotidiana puede
resultar más honda porque el show
remite al lado divino del ser humano.
En
el programa de mano se lee: “En el pasado, China era conocida como el Imperio
Celestial y se decía que su gloriosa cultura había sido traída desde los
cielos. Gran parte de este mundo ancestral se había perdido… hasta ahora”. A
través de la danza, la música y el canto, Shen Yun busca transmitir las
virtudes intrínsecas de cinco mil años de civilización: “compasión y lealtad,
bondad y valentía”.
Sin
duda, los bailarines y músicos que participan en Shen Yun son virtuosos en sus
respectivas áreas, pero antes que nada son personas forjadas en la práctica de
Falun Dafa, un método que cultiva el cuerpo y el espíritu en busca de la paz
interior. Eso se percibe desde el primer instante de la función, que en realidad
es una ceremonia en la que se alternan los pasajes serios y alegres.
Presenciar
un rito no significa que el aburrimiento esté invitado. La mente de niños,
adolescentes y adultos conecta rápido con lo que sucede en el escenario. La
danza tradicional china se caracteriza por contar historias de una forma
sencilla y accesible; los espectadores de menor edad son quienes más ríen
cuando el mensaje es gracioso y son los primeros en externar preocupación si el
héroe está en apuros.
La
interacción de los bailarines con la pantalla gigante del fondo es portentosa.
Uno de ellos, por ejemplo, corre en dirección hacia ella, da un brinco al
aparente vacío y, de pronto, ya está volando en un cielo azul virtual. Gracias
a la misma tecnología, patentada en Estados Unidos, es posible que en el
escenario se finja el disparo de una flecha y que dé en el blanco en el mundo
irreal.
Una
mujer y un hombre fungen como maestros de ceremonias; ella habla en chino y él
en español. Comentan que hay tres valores fundamentales en Falun Dafa: verdad,
tolerancia y benevolencia. Hacen un breve resumen de cada cuento o historia que
luego cobran vida con la representación dancística y musical.
Explican
que la danza tradicional china no es una combinación de gimnasia y acrobacia
sino una expresión física de los sentimientos más profundos del ser humano.
Claro, hay saltos y giros pero cada uno de ellos tiene un significado profundo.
En
la pantalla es posible ver el cosmos, donde se origina la vida en la Tierra y
todo lo que en ella sucede. En 150 minutos se sintetizan cinco mil años de la
historia china y pueden verse destellos de las dinastías Tang, Han y Qing. Más
adelante, en un templo moderno, se plasma la pérdida de los valores
ancestrales, pues la religión se ha convertido en un negocio; sin embargo, un
humilde monje saca a relucir sus poderes superiores y pone en orden a los
vándalos.
La
orquesta en vivo aporta mayor realce a la actuación de los bailarines, quienes
lucen vestuarios que hacen juego con los colores que aparecen en las imágenes
virtuales; predominan el verde de la vegetación y múltiples tonalidades de
rojo, rosa, naranja y violeta de las flores.
Hay
un par de segmentos dedicados exclusivamente a la música: “El anhelo”, para
piano y soprano, y “Antigua melodía”, para piano y erhu, violín chino de dos
cuerdas que en la caja de resonancia tiene un lado cubierto con piel de pitón,
lo que produce un sonido único, similar a la voz humana.
Impar
también es todo el espectáculo que esta noche ha hecho posible que miles le
echen “Un vistazo al paraíso”, tal como se titula la primera danza del segundo
acto. ♪
El espíritu del
movimiento
Falun
Dafa o Falun Gong es una disciplina espiritual surgida en China al inicio de
los noventa del siglo pasado por Li Hongzhi. Se basa en principios del budismo
y taoísmo e incluye ejercicios físicos de relajación.
En
2006 se creó Shen Yun Performing Arts, con actual sede en Nueva York. Tienen
cinco compañías estables que recorren todo el mundo, presentando programas
nuevos en cada visita. Sus integrantes han sido aclamados en París, Londres,
Sidney, Tokio, Seúl y decenas de capitales más.
El
director artístico de Shen Yun se hace llamar D.F., y se trata del propio Li Hongzhi, quien aparece en el
programa de mano como jefe de diseño de vestuario, director de danza clásica
china y autor de varias piezas orquestales. Cuenta con el apoyo de coreógrafos
y compositores.
En
el Auditorio Nacional la orquesta —conformada con músicos que tocan los
instrumentos tradicionales de occidente— estuvo dirigida por el taiwanés
William Kuo, quien tiene una licenciatura en interpretación de dizi (flauta
china) y una maestría en dirección orquestal.
El
diseñador de fondos digitales es Ken-Chieh Hsu, quien obtuvo una licenciatura
en bellas artes en la Universidad de Cultura China de Taiwán; se especializó en
diseño gráfico en Nueva York y trabajó para la cadena NTD Television como
productor de animaciones en 3D.
Los
primeros bailarines son Miranda Zhou-Galati, Golden Li, Cherie Zhou, Kaidi Wu,
Jim Chen y William li. (F.F.)
Programa
Desde
el cielo para salvar a todos / Campo de entrenamiento de la dinastía Tang /
Mangas de la dinastía Han / Despertar / Danza étnica Hmong: en las montañas /
Bufonerías en el patio de la escuela / Damas de la dinastía Qing / Crimen sin
precedentes / El anhelo (Rachael Yun Ming Mastick, soprano; Peijong Hsieh,
piano) / Un vistazo al paraíso / El rey mono lucha contra el hechicero /
Elegancia en el Reino Central / Antigua melodía (Mei Xuan, erhu; Peijong Hsieh,
piano) / Devoción / Tiro con arco en otra dimensión / En un templo moderno /
Pañuelos que vuelan / El renacimiento de lo divino comienza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario