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Foto: Carlos Alvar / Colección: Auditorio Nacional. |
Reconstruyendo / 27 de noviembre, 2017 / Función única /
1:50 hrs. de duración / Promotor: Gabriella Ramírez Campuzano.
1:50 hrs. de duración / Promotor: Gabriella Ramírez Campuzano.
Fernando Figueroa
La
soprano Ana Schwedhelm y el guitarrista Morgan Szymanski son dos mexicanos con
reconocimiento internacional. Esta noche actúan juntos por vez primera para
ayudar en la reconstrucción de Tetela del Volcán, poblado de Morelos que sufrió
serias afectaciones por el sismo del 19 de septiembre pasado.
Gabriella
Ramírez Campuzano, mamá de la cantante e hija del finado arquitecto Pedro
Ramírez Vázquez, es una de las organizadoras del acto. Antes de que inicie el
concierto le pide al público “un aplauso para ustedes mismos por estar aquí,
apoyando, en un lunes con mucho tráfico”. También agradece a todas las personas
que se han involucrado en el acopio, traslado y distribución de víveres, lonas,
catres y láminas.
Ahora
el apoyo se enfoca en la compra de arcilla y una máquina para fabricar tabiques,
así como la capacitación de jóvenes voluntarios para operarla. Ramírez
Campuzano comenta que “los millenials
de Tetela” han mostrado gran disposición en estas tareas.
Convocados
por la Fundación Comunidad A.C., Ana Schwedhelm y Morgan Szymanski se muestran
dichosos de sumarse a la causa y ofrecen un espectáculo de altura. Schwedhelm posee
una voz diáfana de amplio registro que le permite abordar temas de muy diversa índole,
desde antiguas canciones españolas —armonizadas al piano por Federico García
Lorca— hasta piezas renacentistas de John Dowland y poemas de Jaime Sabines
musicalizados por Julio César Oliva.
Szymanski
la acompaña con los prodigios que emanan de su guitarra, mismos que alcanzan el
cenit cuando toca a solas “Recuerdos de la Alhambra”, de Francisco Tárrega. En
este momento se apagan los pocos murmullos que hay en la sala y resplandece una
composición que exige la presencia de un virtuoso que domine la técnica del
trémolo, en la que el dedo pulgar toca las notas del bajo, seguidas por la
melodía que surge del índice, pulgar y medio, dando la impresión de que
participan dos instrumentistas. Todo es cuestión de cerrar los ojos para viajar
con la imaginación a Granada y recorrer la famosa fortaleza que guarda palacios
y jardines árabes de la Edad Media.
Cuando
las canciones son en inglés o en alemán, Ana resume el contenido de las mismas
antes de interpretarlas, provocando asombro o risas, según el caso. Por ejemplo,
en “Flow my tears”, de Dowland, el trovador se siente feliz de estar en el
infierno porque ya no siente los pesares del mundo. Goethe, con música de
Schubert, le suplica a su amada que lo quiera tal como es en “Liebhaber in
allen gestallen”. Alec Roth, en “Tangled”, celebra la libertad luego de haber
estado enredado en el amor.
Las
cuerdas vocales de Ana y las cuerdas de la guitarra de Morgan se amalgaman como
el oro y el mercurio. El accionar de ambos artistas se percibe sólido,
respaldado por sendas trayectorias ascendentes.
Luego
de iniciar sus estudios en el Conservatorio Nacional de la Ciudad de México, Schwedhelm
obtuvo una licenciatura con honores y maestría summa cum laude en la Royal Academy of Music de Londres. En Europa
ha desempeñado papeles estelares de óperas, destacando su labor en Rusalka (Dvořák) y La bella Helena (Offenbach).
Szymanski
estudió en la Escuela Nacional de Música de la UNAM y en la Edinburgh Music
School. Fue elegido por la BBC Music
Magazine como “One to watch”, y joven promesa según el Daily Telegraph de Londres. Se ha presentado con la Royal
Philarmonic Orchestra y con The Academy of St. Martin in the Fields, entre
muchas otras agrupaciones de prestigio mundial.
Esta
noche ha quedado demostrado que el arte funciona como refugio espiritual, pero
también puede servir para crear techos y paredes realmente palpables. “En la
medida en que las construcciones son útiles para el ser humano, uno termina
sintiendo una gran paz”, decía Pedro Ramírez Vázquez. ♪
Programa
Primera parte.
John Dowland (1563-1626): Come again – Flow my tears / Federico García Lorca
(1898-1936): Canciones antiguas españolas: Las tres morillas – El café de
chinitas – Nana de Sevilla – La tarara / Francisco Tárrega (1852-1909):
Recuerdos de la Alhambra / Franz Peter Schubert (1797-1828): Nachtstük –
Liebhaber in allen gestalten.
Segunda parte.
Julio César Oliva (1947): Por siempre Sabines: Yo no lo sé de cierto – No es
que me muera de amor – Me doy cuenta de que me faltas / Carlos Guastavino
(1912-2000): Flores argentinas: Cortadera plumerito – El clave del aire blanco
/ Manuel M. Ponce (1882-1948): Canciones populares mexicanas: La pajarera – Por
ti mi corazón – La Valentina / Alec Roth (1948): My Lute and I: Tagled –
Sometime I sing – A kiss. English folk songs: Sweet William.
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Foto: Carlos Alvar / Colección: Auditorio Nacional. |
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Foto: Carlos Alvar / Colección: Auditorio Nacional. |
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