Salón Blanco / Libertad bajo palabra. Diálogo a partir de la obra de Octavio Paz / Luis Jorge Boone, José Manuel Aguilera y Mariana H (moderadora) /
24 de noviembre, 2015 / 1:20 hrs. de duración / Promotor: Fideicomiso para el Uso y Aprovechamiento del Auditorio Nacional.
Alejandro González Castillo
Ocurrió en su natal Coahuila, hace un par de décadas. El escritor Luis Jorge Boone contaba con dieciocho años cuando acudió al primer concierto de rock de su vida, protagonizado por La Barranca, justamente el grupo que comanda quien se encuentra sentado esta noche a su derecha: José Manuel Aguilera. Esa vez, el norteño se las arregló para colarse tras bambalinas y así conocer al cantante y guitarrista, quien le contestó “ésa es la idea” ante su confesión: “Me encantan tus rolas porque son como poemas”. Dicha anécdota sirve para remarcar que es ella, la poesía, la invitada de honor del encuentro de hoy; pero también para recordar que Octavio Paz fue uno de sus mejores amantes.
Neruda, Sabines, Gorostiza, Borges. Diversos apellidos son celebrados por el trío hasta que el de Monclova alza una copia de Libertad bajo palabra, un ejemplar que compró a veinte pesos durante su adolescencia y que, explica, lo ayudó a no calcinarse jugando beisbol bajo el sol ingrato de su tierra natal para, a cambio, palidecer ante los libros. Por su parte, el firmante de Estambul rememora la ocasión en que se vio obligado a pasar la noche en El Torito y, desolado, encontró consuelo en un libro del homenajeado de hoy en Tercera de Forros, un texto cuyo contenido lo mantuvo alejado de su amarga realidad; “había una biblioteca en aquel sitio y de pronto me encontré leyendo a Paz en una circunstancia por demás extraña”.
“Pero la poesía no siempre está en las palabras; va más allá de éstas”, apela Aguilera para regresar así a los inasibles campos de la poética; “por ejemplo, Jimi Hendrix era un gran poeta cuando tocaba la guitarra”. Y de inmediato el creador de La noche caníbal acentúa la idea: “Sí, a la poesía hay que buscarla donde pueda ser encontrada; en una tarde, una muchacha o una canción. En ese sentido, los poetas y los músicos se asemejan porque todos trabajan con versos”. “Las rolas tienen la fortuna de ser palabra y música al mismo tiempo, dos elementos que se potencian juntos para adquirir una fuerza que, quizá, a solas no tendrían”, prosigue el fundador de Sangre Azteca.
Es así como se llega al punto crucial de la charla, donde resulta ineludible que el cantautor tome su guitarra para aluzar el reverso del verso y transforme en canción “Aquí”, el poema que Boone lee antes de que las cuerdas atraigan la bruma que suele acompañar las despedidas:
Mis pasos en esta calle
Resuenan
en otra calle
donde
oigo mis pasos
pasar en esta calle
donde
Sólo es real la niebla.
1 comentario:
Hola!
En un Tweet me vengo enterando de esta iniciativa.
¡Enhorabuena!
Hagamos públicos los espacios públicos.
Sólo falta difusión -creo yo- a 'Tercera de forros'... y a darle!
Me encantaría hacer una nota del 'Fideicomiso para el Uso y Aprovechamiento del Auditorio Nacional', para un medio digital.
Envío mi correo monserram@outlook.com
Quedo de ustedes.
Monserrat R.
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