21, 28 de noviembre y 12 de diciembre, 2005 / 451 asistentes / 3 funciones /
2:30 hrs. de duración / Promotor: Octavio Arévalo / FUAAN
Thelma Gómez Durán
Tan sólo tenía veinticinco años cuando murió de tuberculosis, “enfermedad romántica por excelencia”, según Mario Vargas Llosa. Eso fue hace más de ciento sesenta años y su historia aún conmueve. Si no lo cree, mire cuánta gente está reunida en el Lunario, atenta al último suspiro de la heroína. Es lunes y la medianoche se acerca.
La leyenda cuenta que en 1840 un granjero normando vendió a su hija Alphonsine Plessis, de dieciséis años, a un aristócrata francés. La joven cambió de nombre; como Marie se convirtió en la cortesana más famosa de París, sobre todo por sus amores, entre ellos con Alejandro Dumas hijo, quien en su exitosa novela La dama de las camelias, la bautizó como Marguerite Gautier. El personaje también atrapó al italiano compositor Giuseppe Verdi, quien le otorgó la identidad de Violetta Valéry en su ópera La Traviata.
Literatura y música se unen hoy. Octavio y Gerardo Arévalo decidieron contar la historia de Marguerite-Violetta con el concepto de ópera bar. La apuesta es seductora, sobre todo porque ha desparecido la frontera entre escenario y público. Pianista, cantantes, actores y bailarines realizan su trabajo entre las mesas; se les puede tocar, brindar con ellos o, simplemente, dejar que el espíritu voyeur se manifieste sin censura. Es “la nueva forma de vivir la ópera”, dice atinadamente el eslogan de la representación que combina fragmentos de la obra de Dumas con la de Verdi.
Alma Muriel da vida, en forma magistral, a Margarita Gautier; mientras que Claudia Cota interpreta las arias más afamadas que Verdi escribió para Violetta Valery. Actriz y soprano intercalan sus participaciones durante las dos horas y media del espectáculo, en el que también interviene uno que otro mesero del Lunario.
Mientras cenan y brindan, los espectadores se dejan atrapar por la historia. Cada una de las interpretaciones de la soprano Claudia Cota, el barítono Jesús Suaste, el tenor Octavio Arévalo y el bajo Charles Oppenheim reciben como recompensa largos aplausos, que aumentan de intensidad en el último acto, cuando Alma Muriel muestra sus tablas al ofrecer una de las escenas mas conmovedoras de la noche: la muerte de una mujer enamorada que se ha convertido en icono del romanticismo.
“Sólo se pueden crear personajes cuando se conoce muy bien a los hombres”, dijo Jesús Estrada en su papel de Alejandro Dumas, en la apertura de esta ópera bar. Los personajes claves de La Dama de las Camelias y La Traviata confirman la idea anterior, pues muestran los vicios y virtudes del ser humano, sus debilidades y vulnerabilidad ante el amor.
La apuesta de los hermanos Arévalo recibe la aceptación de los asistentes que, de pie, aprueban esta novedosa manera de vivir un género entrañable y conmovedor.
Elenco
Alma Muriel Margarita Gautier
Claudia Cota Violetta Valery
Octavio Arévalo Alfredo Germont
Jesús Suaste Giorgio Germont
Jesús Estrada Alejandro Dumas
Charles Oppenheim Barón
Mauricio Esquivel / Eduardo Herrera* Gastón
Diana Rosano / Yanit Shannon* Annina
Citlallu Caballero Bailarina
Norma Flores Bailarina
Jennifer Rivera Bailarina
Carlos Vázquez Pianista
* En la función del 5 de diciembre
Créditos
Dirección y creación artística
Octavio y Gerardo Arévalo
Dirección de arte
Gerardo Arévalo
Coreografía
Alma Cota
Dirección de vestuario
Matilde Cejudo
Irma Lunas
Karina Soto
Mobiliario
Antonio Arias
Productores asociados
Jack Misrachi
Javier Maldonado
Asistente de escenografía
Roberto López
Producción ejecutiva
Helena Hernández
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