![]() |
Foto: Colección Auditorio Nacional |
16 y 17 de marzo, 1996 / Dos funciones / 2:30 hrs de duración / 15, 705 asistentes
La heroína de la raza
Gloria Trevi es ante todo un personaje, una heroína de la raza, en la misma proporción que un Super Barrio, sólo que ella canta, baila, toca el piano y da de marometas casi simultáneamente, ejecuta performances cuasi involuntarios haciendo destrozos en el escenario (botellas vacías, por ejemplo) o trepándose a las bocinas, viste ropa sexi-urbana, se suelta el pelo, se exhibe, se encuera y hace declaraciones desafiantes.
En pocas palabras, sirve de espejo a una juventud sedienta en actitudes revoltosas y un poco de rocanrol en su idioma. Habrá quien la odie por sus maneras peladas y desafiantes y la tache de vulgar, pero son las mismas razones por las que se admira: por atreverse a hacer lo que se le da la gana y decir lo que se le antoja; sin embargo, no deja de sorprender el amplio espectro de su público: desde niñas de cuatro a ocho años que se visten como ella, sufrientes adolescentes necesitados de vociferaciones, hasta adultos sedientos de fantasía y erotismo.
En pocas palabras, sirve de espejo a una juventud sedienta en actitudes revoltosas y un poco de rocanrol en su idioma. Habrá quien la odie por sus maneras peladas y desafiantes y la tache de vulgar, pero son las mismas razones por las que se admira: por atreverse a hacer lo que se le da la gana y decir lo que se le antoja; sin embargo, no deja de sorprender el amplio espectro de su público: desde niñas de cuatro a ocho años que se visten como ella, sufrientes adolescentes necesitados de vociferaciones, hasta adultos sedientos de fantasía y erotismo.
Sin duda, su mayor pegue son los tan polémicos sexi-calendarios y por supuesto las cientos de canciones que ha compuesto. A pesar de que musicalmente se trata de un rocanrol bastante inocuo, las letras entre gritonas, provocadoras e ingenuas, resultan bastante divertidas, dentro de su mayor adolescente rebeldía: “…los borregos saltan, los borregos saltan… en el mismo lugar…”, así describe a una sociedad poco combativa: resulta ingenua, sí, pero es genuina.
![]() |
Foto: Colección Auditorio Nacional |
El 1996 fue la segunda ocasión en que se presentó Trevi en el Auditorio Nacional y al parecer será la última, pues no dejaba de llorar, al hacer el recuento de su vida; acabó declarando, ante la sorpresa de su público, que ya le había prometido a la Virgencita no volver a cantar en un escenario mientras su adorado manager e impulsor, Sergio Andrade, no se curara de su delicado estado de salud. A pesar de este amenazador desplante de drama y compasión –o tal vez inspirada por el mismo- Gloria se entregó una vez más y por completo a su público, llenó el recinto con su energía desbordante y arrancó los habituales gritos y coros monumentales a través del recuento de sus más famosas rolas y la presentación de su nuevo material.
Canciones interpretadas
Como si fuera la primera vez
A gatas
Zapatos viejos
Los perros tristes
Hoy me iré de casa
Con los ojos cerrados
La pasabas bien conmigo
Chica embarazada
Doctor psiquiatra
El recuento de los daños
Lloran mis muñecas
Si me llevas contigo
Ella que nunca fue ella
Ya no puedo más
Tu ángel de la guarda
Recuerda que me tienes a mí
Pelo suelto
Satisfacción (la de los Rolling Stones, en una versión muy personal…)
La papa sin cátsup
Un día más de vida
Mañana
Me siento tan sola
El curita
La niña y la loca
Por qué se fue
Unforgettable (de Nat King Cole, en inglés y traduciéndola simultáneamente)
No hay comentarios:
Publicar un comentario